Bloqueadores solares: ¿Cómo, cuándo y dónde usarlos?

Bloqueadores solares: ¿Cómo, cuándo y dónde usarlos?

AVIUM

Esta herramienta que previene el stress de verano, en momentos claves para la formación de yemas florales y otros procesos importantes en la planta está siendo cada vez más usada en los huertos de cerezas en postcosecha; ¿cuál es su modo de acción y qué factores se deben considerar a la hora de utilizarlos? Conversamos al respecto con el Asesor especialista en producción de cerezos y Fundador de Avium, Carlos Tapia.

Cuando varios productores ya terminaron la cosecha y el grueso de la producción se encuentra en su peak es de suma relevancia pensar en la postcosecha y cómo recuperar los huertos después de una temporada ardua de trabajo.

En ese contexto, el uso de bloqueadores solares en cerezos revierte gran relevancia y ha sido un tema muy estudiado en Chile y en otras partes del mundo, análisis que en general han tenido una respuesta bastante consistente en términos de su modo de acción. 

Para comenzar, es necesario conocer qué es lo hacen los bloqueadores solares; éstos previenen, hablando desde el punto de vista fisiológico, el cierre prematuro de los estomas que son poros invisibles al ojo humano que están en el envés de las hojas y que permiten entre otras funciones hacer intercambio gaseoso con la atmósfera, permitiendo la refrigeración de la planta y la generación de azucares. Es decir, estos estomas son los encargados de liberar agua por la planta y en ese proceso captar CO2, y es ese CO2 la materia prima de los azúcares, principalmente de reserva en esta época, mediante el proceso de fotosíntesis. Por lo tanto, es un proceso muy importante con respecto a este tipo de reservas.

Pero además de conocer su modo de acción, es siempre importante tener presente qué factores se debe considerar para tomar la decisión de aplicar bloqueadores solares en un huerto de cerezos. En general, este tipo de herramientas para prevenir estrés térmico-hídrico se utiliza en portainjertos débiles, portainjertos menos vigorosos o algunos huertos menos vigorosos (sin querer enmarcar dentro de un rango de vigor solamente a los portainjertos débiles, ya que podemos reconocer en algunas zonas huertos que mediante la utilización de portainjertos vigorosos su respuesta es débil). No olvidar que el vigor se mide por la recuperación del crecimiento anual, o sea, si se reconoce un crecimiento anual de sobre 50-70 centímetros, se puede decir que se está frente a un huerto de buen vigor o equilibrado. No confundir huertos grandes con huertos vigorosos, porque puede haber  un huerto gigante muy voluminoso, pero sin vigor.

“No nos debemos enmarcar solamente en que esta utilización de estrategias para prevenir este estrés térmico e hídrico solamente se hacen cuando se utilizan portainjertos de bajo vigor. En este marco, qué portainjertos podrían responder a esta necesidad, obviamente la serie Gisela, entre ellos Gisela, 5, Gisela 6, Gisela 12; si bien Gisela 12 es el más vigoroso de la serie, en muchas zonas podría justificarse la utilización. No olvidar los parientes directos de estos Gisela, que son las versiones de guindo ácido. Entonces, si bien tenemos y podemos reconocer diferentes estatus de vigor del guindo ácido, sí reconocemos que hay un gran número de huertos de guindo ácido que responden a menos vigor que más vigor”, explicó el Fundador de Avium, Carlos Tapia.

El Asesor especialista en producción de cerezos agregó además que: “Serie MaxMa: entre ellos  MaxMa 14, MaxMa 60 y sus “parientes” directos, algunos Mahaleb, Santa Lucia y Pontaleb. Por un lado, el vigor es un determinante para tomar esta decisión y por el otro lado, también creemos que el determinante sobre todo en temporadas como ésta con zonas muy calurosas o zonas en que tengamos un déficit hídrico importante, y que podría ser una ayuda para sopesar este déficit”.

Si es muy importante destacar al considerar el uso de estos productos, que lo mas importante de todo para la prevención de problemas asociados a stress abiótico es el uso y la programación eficiente del riego. NO HAY otro método mas infalible para evitar problemas asociados a stress hídrico y/o térmico en las plantas. Todos los tratamientos de bloqueadores o filtros solares vienen a acompañar estos manejos básicos en el desarrollo del cultivo.

¿Qué dicen los registros de los últimos años respecto de las aplicaciones de bloqueadores solares en Chile? La mayor experiencia es la utilización de caolinitas al 95 por ciento, nombres comerciales hay cuatro o cinco en el país. 

“La utilización de estos productos va entre el 2,5 y el 3 por ciento. Y si bien hay algunos que su concentración de etiqueta es menor, creemos que también podría ser efectivo su uso y hemos demostrado en los últimos años que los huertos aplicados con este tipo de productos mantienen su hoja con menor temperatura a lo largo del día, en los distintos momentos que hemos hecho las mediciones, sumado también a mediciones de flujo estomático en donde se reconocen diferencias positivas siempre después del medio día mostrando mayor conductancia de estomas en tratamientos con bloqueadores solares. 

También hemos ido conociendo aquellos filtros solares incoloros, teniendo en cuanta que son herramientas interesantes para también aplicaciones de pre cosecha. Es nuestros estudios preliminares si podemos reconocer que algunos de ellos han presentado resultados interesantes en la prevención de daños directo a la fruta, como deshidratación de pedicelos, golpe de sol en frutos e incluso mejorando indicadores de calidad en la poscosecha. SI bien la formulación es muy distinta a los bloqueadores convencionales, son también una alternativa para el período de poscosecha.

El Departamento de Investigación y Desarrollo de Avium ha realizado una serie de ensayos respecto del uso de bloqueadores solares en cerezos; hace ya unas cinco o seis temporadas, incorporaron a estas aplicaciones de caolinitas ciertos aditivos o ingredientes que permitieran mejorar o apoyar la utilización de la caolinita, mediante el método bioquímico del control de estrés térmico hídrico. Realizaron pruebas con extractos de alga del tipo Ascophyllum nodosum, e incluso algunos aminoácidos. 

“Los resultados han sido súper consistentes, los huertos con caolinita sola bajan la temperatura de la hoja con respecto al testigo. Y cuando a estas caolinitas le incorporamos algún aditivo que permita mejorar bioquímicamente esta prevención del estrés, aún más baja la temperatura o mantienen más fresca la temperatura de la hoja, ya que el concepto no es bajar la temperatura, sino que es dejar que no aumente, y así prevenir el cierre estomático prematuro. Hemos entendido en el tiempo que no sólo los Ascophyllum nodosum podían tener este trabajo, sino que también productos que en su composición tienen folcisteina o también la utilización de algunos aminoácidos que principalmente en su composición podría destacar la prolina, que también está directamente ligado a la prevención del estrés térmico hídrico”, indicó Carlos Tapia, Fundador y Director Técnico de Avium.

Respecto de cuándo empezar a aplicar bloqueadores solares en los huertos, idealmente inmediatamente después de la cosecha y hasta quizás una semana después de ésta.

“Lo ideal es que estemos repitiendo esta estrategia o estas aplicaciones cada 25 a 30 días. Es decir, podemos en la temporada de primavera o finales de primavera y verano hacer dos aplicaciones, y con eso hemos detectado y estudiado que hay una mejor temperatura de la lámina con respecto al testigo. Y consistentemente, hay una mejor operación de reservas carbonadas en los dardos medidos en invierno. O sea, los huertos y los tratamientos que nosotros hemos realizado mediante la aplicación de algún tipo de bloqueador solar, al medir reservas en dardos, ¿cuáles reservas? nitrógeno total, proteína total, aminoácidos, algunos aminoácidos y almidón. Cuando hemos medido estas reservas en invierno, consistentemente encontramos que hay un aumento de almidón en los dardos, no así los otros ingredientes de reserva”, advirtió Tapia.

Estos tratamientos de control de temperatura de los cuerpos, de bloqueador de sol, permiten que los estomas estén más tiempo abiertos, y al estar más tiempo abiertos, tienen la posibilidad de hacer mayor intercambio gaseoso, captar más CO2 y transformarlo a azúcar. De este modo, cuando se mide el azúcar que más representa la reserva dentro de la planta, que es el almidón, hay mayor presencia de éste. 

“Creemos que sí es una estrategia importante e interesante y que vamos a seguir estudiando. Tenemos más investigación en curso, porque hoy está la tendencia también de ver qué posibilidad tenemos de incorporar estas mismas estrategias pre cosecha, pero con algunos tipos de bloqueadores de sol que son incoloros, para poder hacer la aplicación pre cosecha y en huertos de menor vigor y que quizás son más tardes en la temporada, poder nosotros prevenir el efecto del estrés térmico hídrico antes de que se coseche la fruta”, señaló Carlos Tapia. 

Se debe considerar que el mes de enero corresponde al periodo de diferenciación floral en la zona central, por lo tanto, es de gran relevancia que durante ese período las plantas estén las mejores condiciones para que este proceso fisiológico, que es la formación de yemas florales, se produzca cuando la planta posea un equilibrio en términos hídricos, térmicos y metabólicos.

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