Con el propósito de
maximizar el potencial de postcosecha de las cerezas de exportación, al momento
de la cosecha es necesario tomar en
cuenta algunos aspectos críticos relacionados con: la madurez de la fruta, la programación
de esta labor, materiales a utilizar, manipulación de la fruta, sanitización e
inocuidad del proceso.
En
este artículo profundizaremos en el análisis de aquellos aspectos relacionados
a la manipulación de la fruta como también a la sanitización e inocuidad.
Respecto al primer punto el objetivo es controlar o reducir la incidencia de
compresión y/o impacto en la fruta, que provocan el daño mecánico, conocido
como pitting y machucón
(Imagen 1), defectos que no son visibles en forma inmediata y se debe
esperar al menos 5 días para observarlos claramente.
Imagen 1: Cerezas con machucones por daño mecánico
Al analizar el proceso de
manipulación de la fruta, es de suma relevancia tener una adecuada
organización en la cosecha, basándose en una estimación de kilos por hectárea y
la ventana de cosecha por variedad considerando la madurez de la fruta (color
de cosecha al inicio v/s color de cosecha objetivo por variedad). Con esta
información se deberá determinar la cantidad de gente que se necesita para
hacer una labor cuidadosa y oportuna.
Posteriormente, al momento de comenzar la
cosecha propiamente tal se debe capacitar al personal, en lo que respecta a los
cuidados que se debe tener con la fruta en el huerto, más específicamente en el
cómo realizar una adecuada cosecha. Es importante enseñar a la gente a usar los
materiales de manera correcta, esto incluye escaleras, cajas cosecheras o
baldes; también se les debe instruir en cómo realizar la separación de la fruta
desde el árbol, sin provocar machucones como tampoco desprendimiento de pedicelos
(imagen 2).
Imagen2: Fruta sin pedicelo y pitting; señal de una cosecha inadecuada
Para evitar el daño mecánico, el llenado
de la caja cosechera debe ser realizado en forma cuidadosa, siempre tomando los
frutos desde el pedicelo (Imagen 3), y dejándolos suavemente al interior
de éstas. Especial atención se debe tener con el peso final de cada caja como
con la altura de fruta dentro de la caja con el objetivo de evitar se generen daños
por compresión entre frutos o entre fruta y pedicelos, reduciendo así los
niveles de fruta de exportación. Una mala cosecha puede ver reducido su
rendimiento de fruta exportable por concepto de daño mecánico con niveles de
machucones mayores a un 15%.
Imagen 3: Cosechar tomado la fruta desde los pedicelos
Una vez concluido el llenado de cada
caja, es de suma importancia hacer hincapié a los cosecheros que ésta no debe
quedar en el suelo como tampoco debe quedar expuesta a la radiación del sol.
Para evitar los efectos de los rayos solares se debe disponer de un bins,
pallet, o carro de cosecha a la sombra donde la fruta deberá ser cubierta con
esponjas mojadas y carpa reflectante, con el objetivo de evitar la exposición
de la fruta a altas temperaturas y baja humedad relativa. Evaluaciones
realizadas a nivel de huerto demuestran que la cereza puede registrar una
pérdida de peso por hora entre 0.11 a 0.2% (https://www.copefrut.com/wp-content/themes/copefrut/img/revistas/2019_N2.pdf), al ser mantenida en el predio sin
procurar un aumento en la humedad relativa ambiente. (Imagen 4).
Imagen 4: Escala de deshidratación de pedicelos
Otro
aspecto crítico es la sanitización e inocuidad a la cosecha que busca
evitar la posible contaminación de la
fruta ya sea con agentes microbiológicos que afectan la salud del consumidor y
la expresión o desarrollo de microrganismos fitopatógenos.
Con
respecto a los cuidados que se deben tener en cuenta para evitar la contaminación de la fruta con agentes
microbiológicos o fitopatógenos es importante
realizar todas las prácticas culturales asociadas a la disminución del
potencial de patógenos que pueden afectar a la fruta en el huerto.
Se
debe realizar una adecuada limpieza y sanitización de los centros de acopio
como de los materiales de cosecha.
A medida que se realiza la cosecha, se debe cubrir las
cajas, utilizando esponjas mojadas con solución clorada a 100 ppm, este material
tiene como propósitos, además de mantener la fruta y los pedicelos hidratados,
lograr procurar control sobre la inocuidad al trabajar con soluciones con cloro
minimizando el efecto de una posible contaminación cruzada del producto.
Así
mismo, el proceso de selección de la fruta tiene por objetivo dejar sólo al
interior de la caja cosechera aquellos frutos sanos con condición de
exportación, es decir: sin heridas, partiduras y pudriciones (Imagen 5).
Una selección inadecuada o falta de selección puede reducir el rendimiento de
la fruta exportable por presencia de fruta comercial o desecho hasta en un 30%.
Por otra parte, se deben tomar las
precauciones para no realizar cosecha de frutos unidos en grupos de más de tres
o con la estructura leñosa del dardo; esta característica de la cosecha se
acompaña con presencia de hojas y restos de material vegetal (imagen 6),
que ensucian la línea de embalaje e impide el buen funcionamiento para realizar
una correcta clasificación del producto en el proceso.
Imagen 5: Realizar selección en el huerto, para eliminar fruta con heridas, partiduras y machucones
Imagen 6: No cosechar fruta arracimada, con hojas u otros restos vegetales
Finalmente,
en lo que respecta a la inocuidad alimentaria, contar con baños y agua potable
en el entorno del grupo de cosecha deben considerarse para minimizar riesgos y
cumplir con los protocolos de BPA, que en Chile se realiza por medio de la
certificación de GlobalGap. Hoy cobra
gran relevancia toda labor que se realice a nivel predial para lograr minimizar
los riesgos de contaminación por COVID 19, ya sea a través de las personas,
materiales de cosecha como a través de la fruta. Referente a este tema ASOEX ha
dado a conocer una guía de Buenas prácticas para la prevención de Coronavirus
SARS CoV-2 en campos, packing predial y plantas frutícolas.