Controlar la carga frutal del cerezo con el fin de renovar sus estructuras reproductivas es esencial para evitar un exceso de fruta y así un debilitamiento paulatino de los árboles, que conllevan a una disminución de la calidad de la fruta.
Los desafíos productivos del cerezo frente al cambio climático. Posible aumento de la temperatura en la temporada otoñal, disminución de precipitaciones en invierno, entre otros fenómenos que pueden ir afectando el cultivo.